Tras la Pandemia del 2020 muchos negocios han visto como han mermado considerablemente sus ventas, por lo que sin dudarlo ni un minuto, estoy convencida que todos «necesitamos clientes»…
El confinamiento por más de tres meses tras la propagación del Covid-19 trajo serias consecuencias económicas a nivel mundial, muchos quedaron sin empleos mientras que otros tuvieron que cerrar sus negocios, debido a que no había clientes a quien venderles.
María era empleada de un negocio de confitería, quedó desempleada luego del confinamiento, «en ese entonces me vi en serios problemas económicos porque no gozaba de ahorros que me sustentará durante esos tres meses de encierro».
Por otro lado, Carmen -dueña del local de confitería- cuenta lo duro que fue para ella tener que cerrar su negocio de 10 años debido a que no formaba parte de los sectores prioritarios que podían en ese entonces abrir sus puertas. «Tenía 10 empleados directos, a los que tuve que despedir por no tener dinero para pagar sus sueldos, fue bastante duro para mi tener que anunciarles el cierre de la empresa, pero es que sin clientes cómo sobrevivimos…»
Y es que muchos emprendedores sufrieron el mismo panorama debido a que sus ventas llegaron a cero, y por ende el nivel de desempleo subió considerablemente. Pero ¿Qué pasó cuando todos pudimos regresar a la nueva realidad?
Todos hubiésemos deseado que la realidad fuera distinta, pero no, regresamos y sin dinero. Nuevamente, no había quien comprara nuestros productos, porque sencillamente «real» no había. Y es lógico, si muchos estábamos desempleados, como es que el dinero iba a circular si no había seguridad económica para nadie.
Sin embargo, poco a poco el comercio comenzó a levantarse. Ciertamente, muchas empresas pequeñas cerraron sus puertas; pero otros emprendimientos comenzaron a surgir en las cenizas. Y así como nacieron nuestros negocios, surgieron nuevos clientes, o más bien los clientes cambiaron su forma de comprar.
He aquí el meollo del asunto, tal vez te has preguntado ¿Por qué nadie compra? Sencillo, el cliente que conocías hasta enero del 2020, no existe. Este nuevo cliente se volvió experto, investigador, paciente, inteligente, ahorrador y fiel.
¿Qué quiero decir con esta descripción? Muy sencillo, cuando digo que el cliente se volvió experto e investigador, te estoy diciendo que esta persona tuvo mucho tiempo para averiguar las distintas opciones que habían en el mercado. Por lo que se armó de paciencia para poder elegir al más indicado, y es aquí cuando te digo que el cliente se volvió inteligente y ya no compra por impulso, pues compara las opciones que tiene a su alcance, y elije en base a los valores extra que le proporciona la empresa.
El cliente ya no busca únicamente buenos precios; sino una empresa que le proporcione valor. ¿Cómo a que valores te refieres? Uno de los valores que puedes dar a tus clientes es el servicio y la atención oportuna y especializada. Otro valor que podría marcar la diferencia, es facilitarle la vida al cliente, como por ejemplo ofrecer servicios a domicilio. También, podrías ofrecer atención al cliente en horas y días no tradicionales; es decir; supongamos que un cliente te contacta un domingo por las redes sociales para que le soluciones un problema, como por ejemplo que le entregues a primera hora del día lunes un repuesto para su vehículo, esto es valor agregado.
Si aplicas valores agregados para tu negocio lo que sucederá es que estos clientes a los que le «has salvado la vida» sentirán un profundo agradecimiento contigo, y es tanto así que se volverán fieles a tu empresa, porque valorarán el esfuerzo y calidad de servicio que has desempeñado. De manera, nunca más tendrás que colgar el letrero «Se necesitan clientes…»
Excelente, gracias 😃
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Gracias ti por escribirnos…Estamos a tu orden.
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